Cómo tomar decisiones con lucidez y serenidad

Isabelle Lecurou

   Tomar decisiones es parte fundamental de tu desarrollo personal, sea cual sea el ámbito en el cual te toca hacerlo: profesional, familiar, relacional, social. Y no te engañes: no tomar decisiones también es una decisión: la de dejar que las circunstancias o los demás decidan por ti. Y esto es exactamente lo que no quieres o lo que ya no quieres en tu vida.

   Ya no quieres que el miedo y la angustia se apoderen de ti cada vez que quieres realizar algo importante y relevante para ti. Ya no quieres conformarte ni resignarte: quieres hacerte cargo de tu vida, de tus elecciones y, si fuera el caso, de tus “errores” (si es que esto existe pero lo hablaremos en otra ocasión). Pero ¿Cómo lograrlo?

EL COACHING O CÓMO FACILITAR LA TOMA DE DECISIÓN 

  ¿Cómo lograrlo? ¿Cómo adquirir esta fuerza, esta seguridad, esta serenidad frente a la toma de decisión cuando ésta implica consecuencias de gran alcance en tu vida e incluso en la de tu entorno?

   La respuesta es muy sencilla: conocerte a ti mismo, saber quién eres y qué quieres en la vida; tener muy claro qué es importante para ti, qué es lo que te motiva, brinda placer y estimula, qué es lo que quieres lograr y qué tipo de persona quieres ser. Éstos son los filtros a través de los cuales tienes que tomar tus grandes decisiones.

   El coaching – y concretamente el Life Coaching – te permite precisamente llevar a cabo este trabajo de conocimiento, de “construcción” y de fortalecimiento de tu identidad personal y de tu proyecto de vida. Es un tiempo para ti y exclusivamente para ti, durante el cual…

  • te brindas a ti mismo la atención necesaria para decubrir y afianzar quién eres y  qué quieres realmente
  •  tomas nota de cuáles son tus aspiraciones, tus sueños y tus anhelos
  • conversas con tus miedos, los apaciguas y los vences
  • cuidas de ti mismo, recargas las pilas, te llenas de energía
  • vas trazando la ruta de tus nuevos proyectos, de tus objetivos y de tus logros

   Y sobre todo, es el momento justo a partir del cual empiezas a tomar acción, a hacer lo que tienes que hacer, a hacerte cargo sin marcha atrás de lo que te importa, motiva, nutre y hace feliz.

   Es por todo eso que el coaching hace que la toma de decisión termine siendo un proceso placentero para ti: porque ya no la ves como un rompecabezas misterioso y angustiante sino como una acción entre otras e incluso como un desafío estimulante. Ya no te sientes el juguete de las circunstancias o del destino: estás al mando; sólo es cuestión de elegir la ruta que corresponde a tu mapa personal, el que trazaste precisamente con tu coach.

UNA HERRAMIENTA PODEROSA: LA RUEDA DE LA DECISIÓN

   La Rueda de la Decisión es una herramienta profesional elaborada por las coaches francesas Anna Gallotti y Maryvonne Lorenzen.

   La razón por la cual te la comparto es porque me parece que te puede dar a ver con más claridad qué es lo que está en juego cuando tomas una decisión importante, cuáles son los mecanismos internos específicos que se activan en ti en ese momento y por qué, por lo tanto, puede llegar a ser un proceso tan complejo y agotador. Te permitirá en fin entender por qué el conocerte mejor (tal y como lo definí arriba) te ahorra mucho tiempo y energía cuando te toca tomar una decisión significativa. 

   A continuación te muestro cómo se presenta esta herramienta, en francés y en inglés (lamento no poder mostrártela en español):

      Lucidité Awareness

   Lo que te indica esta herramienta es que para tomar una decisión importante con lucidez (lucidité; awareness), es decir con claridad de mente, tienes que tomar en cuenta los criterios siguientes:

  1. Tu felicidad, tu bienestar
  2. La alineación entre quien eres, tus valores y tu misión particular
  3. La congruencia entre tu proyecto de vida y tu día a día
  4. Lo que te dice tu cuerpo, tus emociones
  5. Cuáles son tus límites, cómo los vas a superar
  6. Los beneficios que esperas
  7. Tu capacidad de asumir tu elección, tu grado de responsabilización

   Tomemos el ejemplo siguiente: imaginemos que te proponen el trabajo de tu vida – un puesto mucho mejor pagado y más interesante que el que tienes ahora – pero en otro continente. 

  1. Este puesto me hará feliz o no? Me brindará bienestar o no? Mudarme a este otro país me hará feliz o no? Me procurará bienestar o no? ¿Cómo puedo asegurarme de que así sea? ¿Qué necesito (hacer, ser, tener…) para que así sea? Evidentemente, tú eres la única persona que puede contestar a estas preguntas, considerando que ya tienes muy claro lo que significa para ti felicidad y bienestar. 
  2. En coaching se llaman valores los criterios más altos que rigen tu vida y determinan tus acciones. Se trata – fuera de toda consideración moral – de lo que es lo más importante para ti: el dinero, el éxito, el individualismo… son valores; la familia, la libertad, el conocimiento son otros. Y hay muchos más ¿Sabes cuáles son los tuyos? El trabajo sobre los valores, la identidad de la persona y su misión de vida es el núcleo de un Life Coaching. En el caso que nos interesa, te permitiría contestar la pregunta siguiente: ¿Este nuevo trabajo en el extranjero me permitirá lograr la alineación perfecta entre mis valores, quien soy yo y mi misión y proyecto de vida?  Si es el caso, está claro que te conviene aceptarlo!
  3. ¿Este trabajo es congruente con mi realidad diaria al nivel personal, familiar, amoroso y social? A lo mejor sí te llena al 100% de un punto de vista profesional pero ¿te permite mantener el equilibrio entre los diferentes ámbitos de tu vida? De no ser así ¿Qué necesitas implementar, mejorar, tener… o decidir para respetar ese equilibrio? Es importante que lo evalúes puesto que de este equilibrio dependen mucho tus niveles de energía y de estrés.
  4. De esto ya hablamos en el artículo anterior: ¿Qué emociones prevalecen cuando evalúas la situación? ¿Cuál es su mensaje? 
  5. ¿Cuáles son tus límites en esta situacion? ¿Qué es lo que definitivamente no te sientes capaz de hacer, experimentar, aceptar? Es importante que lo evalúes con honestidad a pesar de lo dificil que puede ser a veces el aceptar nuestras limitaciones. Igual y las puedes vencer pero para eso tienes que saber claramente cuáles son: tal vez no te quieres alejar de tus padres, tal vez tienes miedo a estar solo en un país extranjero, tal vez te crees incapaz de desenvolverte en otro idioma o tal vez lo único que te bloquea es que tienes que tomar el avion y esto te da pánico. No eludes esta parte; al contrario, detecta lo que te limita y condiciona y toma cartas en el asunto: ¿qué puedes hacer para resolverlo?
  6. ¿Cuáles son tus expectativas? ¿Qué beneficios muy concretos esperas alcanzar? Valorar todo lo positivo que te puede brindar este nuevo puesto – tanto en el ámbito profesional como al nivel personal o familiar – es fundamental, siempre y cuando seas muy específico en cuanto a los beneficios esperados: por ejemplo “ganaré un 30% más al mes”, “Mis hijos serán bilingues”, etc…
  7. En una escala del 1 al 10 ¿Qué tanto estás dispuesto a responzabilizarte con las consecuencias de tu decisión? Si no llegas a un 10 pregúntate qué te hace falta para que asumas al 100%  – es decir con aplomo y serenidad – lo que pase, sea lo que sea.

Es todo por hoy. Espero que tanto el artículo como la herramienta de las coaches Anna Gallotti y Maryvonne Lorenzen te sean útiles, te hayan mostrado que siempre hay soluciones, recursos y herramientas para tomar decisiones y que no tomarlas no es una opción porque de ellas depende el rumbo y el sentido que le vas a dar a tu vida.

UN DESEO NO CAMBIA NADA

PERO UNA DECISIÓN PUEDE CAMBIARLO TODO

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