
Hoy te quiero compartir una herramienta que creo te podrá ser útil durante tu proceso de desarrollo y crecimiento personal, estés trabajando con el material que te comparto en mis artículos, acudiendo a propuestas de otros autores o preparándote ya para acudir a un coach profesional.
Esta herramienta se inspira de un modelo diseñado por el Dr. Frederic M. Hudson, figura del coaching estadunidense, y te será útil a la hora de diagnosticar y decidir en qué etapa de tu vida te encuentras para de esta manera saber qué puedes hacer para mejorar tu bienestar y desarrollo personal.
Pero déjame primero presentártela. Ya después te indicaré cómo utilizarla en tu beneficio.
El Ciclo de Cambio en la vida adulta por Frederic M. Hudson
La vida – como las diferentes áreas (personal, familiar, profesional…) en las que la experimentamos – se caracteriza por un proceso permanente de cambio y transformación. Se trata de un proceso continuo, estemos o no consciente de ello, el cual se materializa en una sucesión de ciclos, ellos mismos divididos en fases.
Cada ciclo nos brinda nuevas experiencias y nuevos aprendizajes y ninguno es parecido al anterior en términos de duración e intensidad. Todo depende en realidad de nuestro grado de conciencia y de la solidez de nuestro proyecto de vida en general.
Pero eso sí, todos los ciclos que experimentamos obedecen a una misma estructura en cuatro fases, tales y como las presenta y nombre el Profesor Hudson:
- Fase 1 – Lanzamiento
- Fase 2 – Desincronización
- Fase 3 – Retirada o Desconexión
- Fase 4 – Reintegración.
En Life Coaching nos gusta también nombrar esas cuatro fases de la manera siguiente
- Fase 1 – Verano
- Fase 2 – Otoño
- Fase 3 – Invierno
- Fase 4 – Primavera
…puesto que la simbólica de cada estación es muy significativa y acertada al respecto.
Fases y transiciones de Vida
Fase 1 – Lanzamiento o Verano
Es la fase de lanzamiento, de inicio, de comienzo: nuevo proyecto de vida, nuevo proyecto profesional, nueva oportunidad… Es un tiempo para la acción, la concretización, la materialización y manifestación de todo lo que has pensado, diseñado y preparado durante la fase anterior (Primavera). Ya lo adivinaste : se trata de una fase sumamente dinámica, estimulante y optimista.
Hudson la llama también Alineación porque se trata precisamente de una fase de congruencia absoluta entre tus sueños, tus aspiraciones, tus objetivos y las acciones y actividades que estás llevando a cabo diariamente. Todo fluye; todo tiene sentido.
Por lo mismo, predominan la alegría y la satisfacción: disfrutas de lo que haces y experimentas porque corresponde a quién eres y a lo que anhelas profundamente. Sientes que te estás realizando, que estás alcanzando tus metas, que vives en armonía con tus valores. Tu energía es alta y sumamente positiva: te sientes alegre, exitosa, motivada, satisfecha y feliz.
En esta fase el único bemol sería tu incapacidad para modular tu Curva de Esfuerzo puesto que tu entusiasmo y competitividad están por las nubes y te podrían llevar rápidamente al agotamiento. Aprende a gestionar tus niveles de energía y a alternar momentos de alto desempeño con momentos de recuperación: de esta manera podrás prolongar esta fase tanto como lo desees.
Fase 2 – Desincronización u Otoño
Esta fase se caracteriza por una sensación de insatisfacción, difusa y tenue al principio pero cada vez marcada y molesta conforme pasa el tiempo. El entusiasmo decae y tus niveles de motivación son cada vez más bajos.
Empiezas a ver el vaso medio vacío: tu relación de pareja ya no te satisface tanto, tu nuevo puesto de trabajo resulta ser más tedioso de lo previsto, tu negocio no es el éxito que habías planeado, ser emprendedora no es tan estupendo como lo creías. No logras hacer despegar tu proyecto empresarial, terminar la tesis, avanzar en la redacción de tu novela… Tu vida se tornó rutinaria y te sientes atrapada y estancada.
Te aburres, te quejas, criticas a tu pareja, a tus colegas, a tus clientes, culpas al mercado o a las circunstancias. Suspiras a cada rato pero no tomas cartas en el asunto, no actúas para mejorar las cosas. Dejas pasar demasiado tiempo y empiezan a brotar el enojo, la tristeza y una gran sensación de impotencia, fastidio y frustración.
Sin embargo, sabes en el fondo que es tu responsabilidad cambiar y mejorar esta situación. ¿Cuándo vas a tomar cartas en el asunto? No esperes demasiado: como la luz en el Otoño, tu energía es descendente y llegará el momento en que ya no tendrás fuerza para reaccionar y hacer los ajustes necesarios para reactivar rápidamente tu Proyecto de Vida.
Fase 3 – Retirada o Invierno
El Profesor Hudson llama también esta fase Cocooning (de cocoon: capullo) y es un término que me gusta particularmente porque expresa perfectamente la ambivalencia de este periodo, que no es sino una extraordinaria y magnífica Fase de Transición.
Durante la Retirada, te aíslas, es cierto, te retiras del mundo pero para aprender a cuidarte y a conocerte. La fase Invierno es una fase de introspección, de balance, de autoconocimiento y autocuidado. Es la gran fase de la Transformación Personal al final de la cual una hermosísima mariposa sale, precisamente, del capullo invernal.
En esta fase experimentas por supuesto una energía muy baja: te sientes agotada, tal vez estás enferma o convaleciente. Por lo mismo disminuyes bastante tus niveles de actividad y compromiso y tiendes a huir del contacto con la gente. Te sientes triste, sola, sin ganas y sin rumbo: de hecho, sin ganas porque sin rumbo.
A veces quisieras actuar, reaccionar y tu incapacidad para lograrlo te provoca enojo e indignación pero tienes que entender que no tienes las fuerzas necesarias para hacerlo. Por lo mismo, éste va a ser el primer paso que vas a dar: retomar fuerzas tanto al nivel físico como mental y emocional. Retomar fuerzas para abrir el capullo y tomar por fin tu vuelo.
Fase 4 – Reintegración o Primavera
El lento trabajo de introspección, reeducación y refuerzo que llevaste a cabo durante la fase anterior por fin ha dado sus frutos: estás lista para concluir el largo periodo de hibernación y salir del capullo, de la gruta, de la torre de marfil en la cual te habías aislado del mundo. Es más: ya quieres salir de ahí.
Tus cinco sentidos y tu intelecto están en alerta constante y tu cuerpo pide y exige acción. Y es que el mundo a tu alrededor se ve tan hermoso, alegre, caluroso y luminoso! Ya quieres reemprender tu camino, aprender cosas nuevas, experimentar, conocer, descubrir… Sientes amor, alegría, confianza y unas ganas tremendas de iniciar este nuevo capítulo de tu vida!
Tus niveles de energía siguen siendo bajos y te conviene además pensar muy bien qué tipo de vida quieres para ti de ahora en adelante y qué tipo de persona quieres ser de ahora en adelante pero esto es exactamente lo que vas a hacer: retomar fuerzas, prepararte, experimentar pistas, fijar nuevos objetivos y retos y diseñar paso a paso tu nuevo proyecto de vida.
¿En qué fase te encuentras?
Antes de perseguir cualquier meta de importancia para ti, toma el tiempo de diagnosticar en qué fase te encuentras en el momento en que vas a emprender tu camino. Como bien te lo imaginas, no es lo mismo hacerlo desde la fase 1 o desde la fase 3: en la primera, te encuentras en el estado óptimo para tomar acción de manera eficiente pero en la tercera no; en cambio, ésta es imprescindible para que logres tener una vida más congruente y más plena y bien gestionada, te permite precisamente ser aún más eficiente todavía, una vez que hayas recobrado fuerzas.
En otras palabras, cada fase es necesaria para tu crecimiento pero no todas te ayudan de la misma manera. Es por esta razón que es importante que sepas evaluar en qué fase te encuentras para saber en qué enfocarte primero para agarrar vuelo e impulso hacia tus aspiraciones y tus ambiciones.
Cada fase te brinda sensaciones, emociones y estados de ánimo que te servirán de brújula a la hora de hacer esta evaluación:
- Lanzamiento o Verano: ánimo, euforia, energía, dinamismo, gusto por los retos, sentimiento de realización personal, alegría, competitividad pero también cansancio (por exceso de actividad) y falta de tiempo…
- Desincronización u Otoño: sentimiento de declive, de decadencia; sensación de estar atrapado, atascado, encarcelado; dolor, sufrimiento, ira, tristeza, fastidio, frustración y estrés.
- Retirada o Invierno: ira, enojo, tristeza, miedo, soledad pero también sensación de alivio, confianza en si mismo y al final, excitación. El invierno, te lo recuerdo, es un periodo de transición.
- Reintegración o Primavera: alegría, confianza, amor, ligereza, creatividad, sed de aprender, de emprendedor, de experimentar y renovarte.
¿Ya pudiste definir en qué fase te encuentras? ¡Perfecto! Ya sabes ahora desde dónde activar tu nuevo capítulo de vida y qué cuidar, limitar o fortalecer para encaminarte hacia una vida plena y motivante.
0 Comentarios
·Deja un comentario