Visión, Propósito y Proyecto de Vida: tres claves para tu realización personal y profesional

Isabelle Lecurou

   Gran parte del malestar e insatisfacción que podemos llegar a sentir en nuestro quehacer diario tiene origen en el hecho de que andamos por la vida sin rumbo ni propósito, dejándonos llevar por las circunstancias (anhelando ingenuamente que éstas sean invariablemente a nuestro favor) y procurando honrar expectativas y metas que no siempre son nuestras sino en su mayoría fruto de nuestras herencias y lealtades familiares y culturales.

   Sin embargo, no hay ninguna fatalidad al respecto y hoy te voy a compartir los principales pasos a seguir para que logres tomar las riendas de tu vida y encaminarte hacia una existencia placentera y plena, congruente con tus particulares deseos y aspiraciones y provechosa tanto para ti como para tus seres queridos.

    No hay edad para crear y diseñar un Proyecto de Vida: como coach e instructora, he tenido la suerte de poder acompañar en dicho proceso tanto a estudiantes de apenas 20 años en el umbral de su vida adulta como a personas de poco más de 60 años que se acababan de jubilar.

¿Qué es un Proyecto de Vida?

      El Proyecto de Vida es la versión o transposición realizable y alcanzable de tu Visión.

    A su vez, la Visión es la expresión y manifestación de tus sueños más personales y profundos (la manifestación de quién serías, qué harías o tendrías si todo fuera posible).

   Una Visión se sostiene, encuentra su eje o hilo conductor en el Propósito, ese Para qué que le da sentido a nuestra existencia: dependiendo de la situación, de las creencias e ideologías de cada quien, dicho propósito puede traducirse de muchas maneras diferentes y manifestarse en distintas áreas (profesional, socio-política, familiar, personal) pero siempre implica el deseo e intención (o hasta necesidad) de cumplir con una misión y/o dejar un legado.

    Diseñar el Proyecto de Vida es por lo tanto un proceso complejo (pero no difícil) que te permite manifestar en tus decisiones, acciones y comportamientos diarios así como en tus pequeñas realizaciones y grandes obras, lo más profundo y entrañable de tu identidad personal (1).

¿Cómo conectar con tu Visión y Propósito?

   Reserva un largo lapso de tiempo a solas, en un entorno placentero y tranquilo Empieza con alguna rutina de relajación: la meditación es lo óptimo pero cualquier actividad que te permita aplacar tu mente y relajar tu cuerpo es buena.

  Cierra los ojos y pregúntate:

  • ¿Qué es lo que yo quiero?
  • Si todo fuera posible, si no tuviera limitantes de ninguna clase y si no le tuviera miedo a nada ni a nadie ¿Cómo sería mi vida?
  • ¿Dónde viviría? ¿Con quien? ¿Qué actividades tendría? ¿Qué estilo de vida tendría?

   No te autolimites, no te autocensures: simplemente escucha lo que te tienes que decir, con sumo respeto y aceptación incondicional, como lo haría tu coach. Puedes apuntarlo en algún cuaderno o grabar tus observaciones.

   Ahora te toca reflexionar sobre tu propósito o misión. Puedes imaginar lo siguiente: tienes 90 años. Eres consciente de que te quedan pocos años de vida pero en realidad no es algo que te angustia. Muy al contrario: te sientes satisfecho de la vida que tuviste y orgulloso del legado que estás dejando:

  • ¿De qué se trata? ¿Qué hiciste, compartiste, diste, escribiste, enseñaste…?
  • ¿Qué es lo que te permite pensar?: Ya hice mi parte, di lo mejor de mi mismo. Puedo irme en paz (2) 

   No olvides apuntar o grabar tus observaciones.

¿Cómo plasmar tu Visión en un escrito?

   Nuevamente, reserva un largo lapso de tiempo a solas y empieza con alguna rutina de relajación. Proyéctate ahora en el futuro: tu vida ya está encaminada hacia tu Visión y Propósito. Estás logrando ser la persona que siempre quisiste ser, vivir la vida que siempre quisiste vivir.

   Toma una pluma y narra tu nueva vida, en tiempo presente, describiendo un día perfecto:

  • ¿Dónde estás?
  • ¿En qué fecha, época del año o de tu vida?
  • ¿Qué está pasando?
  • ¿Cuál es tu entorno?
  • ¿Qué estás haciendo, pensando y sintiendo?
  • ¿Qué estás proyectando?
  • ¿Quién te rodea?
  • ¿Cómo te estás relacionando con estas personas?
  • ¿Cómo te ven los demás, física y emocionalmente?
  • ¿Qué dicen de tí?

   No dudes en ser muy detallista: imagina tu día desde el momento en que te levantas hasta el momento en que te acuestas.

   Acuérdate de percibir tu entorno desde los cinco sentidos (te invito a leer ¡A disfrutar con los cinco sentidos!): qué perfumes y olores amenizan tu día, qué colores caracterizan tu entorno (tu casa, tu lugar de trabajo, la naturaleza que te rodea, la ciudad y país donde vives).

   No te censures: crea y diseña tu mundo, crea y diseña tu estilo de vida, crea y diseña tu entorno… Sé como un artista pintando su gran obra de arte en un inmenso lienzo blanco. Disfrútalo: suele generar una sensación de paz y bienestar extraordinaria ya que te estás conectando con lo que más anhelas y necesitas.

   Puedes ilustrar tu escrito con imágenes, fotografías y citas que te inspiren y motiven. Ten tu texto a la mano y léelo a menudo: es tu brújula interna, la que te indica a donde ir para ser feliz y te recuerda qué es lo que, en cambio, no te conviene ni corresponde, la brújula que por lo tanto te ayudará a tomar las buenas decisiones e implementar las acciones correctas, de acuerdo, siempre, a tus valores y necesidades propias.

     ¿Para qué diseñar un Proyecto de Vida?

   Tu meta es llegar algún día a vivir tal como lo sueñas en tu Visión, dejando el legado que definiste al trabajar tu Propósito. Diseñar un Proyecto de Vida inspirado en ambos te permitirá encaminarte con paso firme hacia esta meta.

   Sin embargo, lo importante no es tanto alcanzarla como tal sino procurar vivir tu existencia respetando los valores que la sostienen, caminando siempre hacia ella porque ese camino es el más congruente para tí: igual tomarás desviaciones y hasta te perderás de vez en cuando pero por lo menos tú ya tienes tu brújula, la que te recuerda lo que es realmente importante y placentero para ti.

   Por lo tanto, tener claro cuál es tu Proyecto de Vida te permite además ponerte en contacto con tu esencia misma y te sirve de apoyo a la hora de tomar decisiones importantes y emprender o no ciertas acciones. Te da un rumbo, un propósito en el cual sostenerte y apoyarte siempre y cuando lo necesites. Te ayuda a poner límites a las expectativas y exigencias ajenas porque tienes muy claras las tuyas propias, te ayuda a decir no con elegancia y con asertividad, te empodera y motiva a dar lo mejor de ti sin necesidad jamás de competir con nadie. Te permite ser, como lo canta al final de Invictus el poeta inglés William Ernest Henley el amo de tu destino, el capitán de tu alma.   

_____________

(1) Tu identidad personal es lo que hace que eres total y absolutamente único, razón por lo cual nadie más que tú sabe lo que te conviene ser y hacer para vivir una vida plena y fructífera.

(2) Ojo! No tiene que ser algo extraordinario! No todos hemos nacido para ser líderes políticos, sociales o intelectuales. Pero sí tenemos todos la facultad de hacer la diferencia en la vida de una, varias, muchas o muchísimas personas. ¿A quién quieres impactar? ¿Cómo lo quieres hacer? ¿Cuál será tu herramienta predilecta? Y ¡Atención! Aquí no estamos hablando de Deber (social, familiar, religioso), de algo que tienes que hacer: estamos hablando de esas acciones, actitudes y compromisos que tú eliges conscientemente y que al hacerte sentir útil con los demás te llenan de una satisfacción plena.

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