
Llevas tiempo experimentando cierto grado de insatisfacción respecto a tu situación actual a pesar de que ya intentaste resolverla de uno u otro modo : tal vez iniciaste nuevas actividades, nuevos hobbies, probablemente cambiaste algunos de tus hábitos, eventualmente hasta cambiaste de entorno personal o profesional… y si bien todo ello permitió cierta mejora en tu día a día, el impacto real, profundo de todos estos pequeños cambios que tuviste la valentía de implementar no han llenado tus expectativas, ni mucho menos. Experimentas frustración, desaliento y algo de confusión.
Para entender qué es lo que te está pasando, es importante que sepas primero cómo funciona un proceso de cambio: esto te permitirá evaluar qué tipo de acciones te conviene llevar a cabo y te ayudará por otra parte a entender en qué el coaching puede llegar a ser la mejor solución para ti, para que puedas dejar atrás lo que ya no quieres en tu vida y empieces a construir un proyecto de vida más alineado con tus deseos y aspiraciones propios.
Comprender el proceso de cambio
Gregory Bateson (1904-1980) – antropólogo, psicólogo y epistemólogo (2) – fue quien aportó una serie de elementos fundamentales para la comprensión del proceso de cambio. Bateson distingue dos tipos de cambio:
- El Cambio de Tipo 1: es el que se da dentro de un sistema, mediante una serie de pequeñas modificaciones de elementos internos o externos que amenazan el equilibrio del conjunto
- El cambio de Tipo 2, que afecta y modifica el mismo sistema, en su conjunto.
El cambio de Tipo 1
El Cambio de Tipo 1 es el que tendemos naturalmente a implementar cuando nuestra situación o parte de ella no nos satisface y consiste en modificar los elementos que consideramos causantes de desequilibrio, agobio o abatimiento en nuestra vida.
Cambiamos ciertos hábitos (nos acostamos más temprano, comemos de manera más equilibrada, hacemos ejercicio a diario, nos organizamos mejor), mejoramos nuestras circunstancias (dejamos nuestra pareja o iniciamos una relación de pareja, nos mudamos a otra ciudad), adquirimos nuevos conocimientos y mejoramos nuestras habilidades.
Se trata de un cambio correctivo que sólo aplicamos a determinados factores de determinadas áreas de nuestra vida (relación de pareja, trabajo, salud, apariencia, lugar de residencia) esperando de esta manera devolverle equilibrio y estabilidad al conjunto.
Provocar y generar Cambios de Tipo 1 es muy necesario y benéfico para ir diseñando poco a poco una vida más acorde a tus expectativas y es finalmente más que suficiente si tu vida ya es congruente con tu identidad profunda y tus mayores aspiraciones.
Pero si no es el caso, si todavía no existe esta fuerte alineación interna, si no has hecho jamás ese trabajo de autoconocimiento y desarrollo personal en pos de tu realización integral y de acuerdo a tu propósito, estos cambios – por muy difíciles o importantes que te hayan parecido – no te permitirán resolver tu situación de manera significativa y duradera, porque sólo habrán impactado la superficie de tu ser. Y falta poco para que regreses a más de lo mismo…
¿Estás conforme con esto? ¡Bien! Nadie más que tú puede evaluar tu grado de satisfacción y bienestar ¿Sigues experimentando frustración y agobio? ¿Aspiras a más, a mucho más? El Cambio de Tipo 2 es entonces el que te conviene implementar.
El cambio de Tipo 2
El Cambio de Tipo 2 se caracteriza por el hecho de que es el mismo sistema el que vas a modificar es decir, en este caso, tú.
Cuando ya no se puede cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos” – Victor Frankl
El coach, agente del cambio
El coach es el profesional – debidamente formado y certificado en su disciplina (4) – que te acompaña en este proceso de desarrollo, realización y superación personal.
Sesión tras sesión, hace que se activan en ti los mecanismos de aprendizaje, cambio y crecimiento personal que te permiten pasar de la situación A (la que tú quieres dejar atrás) a la situación B (la que tú anhelas alcanzar).
Durante este proceso, vas tomando consciencia de lo que quieres realmente, aprendes a proyectarte en un futuro acorde a tus necesidades y aspiraciones, aprendes a fijarte metas significativas y alcanzables, entiendes cómo superar tus miedos y obstáculos internos, entiendes cómo activar tu potencial y tus estrategias de éxito… y aprendes en el camino a quererte y escucharte más, a confiar en ti, a pensar y decidir por ti mismo, a decidir por tu vida, a responsabilizarte de tu situación y a tomar acciones para alcanzar tus metas o concretizar tus sueños.
Trabajar con un coach es por lo tanto adentrarte en un proceso de autodescubrimiento, transformación personal y automotivación que te permite pasar al nivel superior en términos de calidad de vida.
Salud, bienestar, harmonía, disfrute, enfoque o eficiencia… son entonces unos de los muchos beneficios que puedes esperar de dicha colaboración. Tu coach te acompaña durante todo el proceso, ayudándote a vencer los obstáculos que encuentres en el camino y a desarrollar al máximo tu potencial, hasta que seas capaz de recorrer a solas tu propio camino, con confianza, determinación y sobre todo deleite.
(1) Cf. Françoise Kourilsky, Du désir au plaisir de changer, Paris, Dunod, p. 39-51.
(2) Fundador de la llamada Escuela de Palo Alto, corriente de pensamiento e investigación que daría origen entre otras cosas a la terapia breve y a la terapia familiar.
(3) Se trata de quién eres realmente, lo cual se va definiendo mediante un delicado y paciente trabajo de determinación de lo que son tus valores, tus creencias, tus sueños y expectativas, tus miedos y limitantes, tus retos, talentos, fortalezas, etc.
(4) Sobre esta cuestión, te invito a leer ¿Quieres hacer un coaching? ¡Contrata a un coach!
A reblogué ceci sur Life Coaching.