
Si fuera tan fácil, los coaches, simplemente, no existiríamos…
El coaching es la disciplina que precisamente consiste en ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos. Para eso, el coach ha de dominar los mecanismos de cada fase del proceso que permite este alcance, desde la definición del mismo objetivo (todo un arte, créeme) hasta las diferentes facetas de la dinámica de cambio que permite que la persona transite de su situación actual a la situación que quiere alcanzar.
Por lo tanto, no te debe de extrañar si en determinadas circunstancias y con determinadas metas tuyas te está costando algo de trabajo. No hablo de metas sencillas, que no te retan ni movilizan internamente: éstas lo único que requieren de ti es disciplina y acción. Pero están esas otras metas, las que te desafían tanto externa como internamente, que te entusiasman pero te dan miedo, que exigen de ti cambio y superación pero que están tan conectadas con tus aspiraciones y ambiciones intrínsecas que no puedes darles la espalda aunque te sientes rebasado y confundió.
Así que te lanzas, vas con todo, trabajas y mucho, implementas todo lo que sabes sobre planeación, organización y productividad. No paras, te desgastas y agotas pero, por mucho que hagas y aunque sí estás avanzando y creciendo, no alcanzas tu objetivo ¿Qué estás pasando?
Pueden ser muchos los motivos por los cuales no logras alcanzar un objetivo a pesar de estar trabajando duro para lograrlo o de haber hecho todo lo necesario (tal vez estés ya a punto de tirar la toalla). Aquí te voy a compartir ocho de ellos y espero que esta lista te ayude por lo menos a diagnosticar donde está el bloqueo para ti y por lo tanto, donde enfocarte para resolver tu situación.
1. El objetivo… no es tuyo
Es el fruto de expectativas ajenas (de tu familia, de tu pareja, de tu medio social o profesional) y por lo tanto de conceptos y creencias (en torno a lo que hay que ser y hacer) que simplemente no son tuyas o que ya no son tuyas. Inconscientemente (o tal vez no tanto) estás intentando encajar en cierta idea de lo que es ser exitoso en el trabajo y realizado en la vida personal que sin embargo ya no compartes.
Se puede decir en cierta manera que al no alcanzar este objetivo te estás autocuidando: no permites que tu vida se encamine hacia metas que no te llenan ni te corresponden. Sin embargo, y ya lo sabes, no puedes seguir de manera saludable con esta dinámica puramente reactiva. Es tiempo para ti de cortar con esas lealtades ocultas y de emprender un proceso de autoconocimiento que te permita activar y fortalecer tu propio poder y liderazgo personal.
Te invito a profundizar en estos temas con los dos artículos siguientes
- Visión, propósito y Proyecto de Vida; tres claves para tu realización Personal y Profesional
- Cómo activar y fortalecer tu Poder Personal
2. No sabes formularlo
Decimos los coaches que el formular correctamente un objetivo le asegura al cliente un 5o% del camino hacia el mismo. Por eso el ayudarte a definir y formular con exactitud un objetivo es parte de nuestra expertise.
Esto te muestra lo difícil que puede llegar a ser para alguien que no domina esta disciplina ¿Por qué razón? Porque formular un objetivo consiste en plasmar en muy pocas palabras un mundo de expectativas, necesidades, valores, sensaciones, emociones, habilidades… que todas han de encaminarse hacia un mismo punto focal dentro de un mismo lapso de tiempo. ¿Cómo traducir esto con nuestro lenguaje de tal manera que refleje fielmente lo que tienes en mente y te motive a tomar acción de manera inmediata y sostenida?
Si tu objetivo está relacionado con temas mayores de cambio y crecimiento, te recomiendo fuertemente acudir a un coach pero si se trata de una meta muy específica a corto o mediano plazo y que tiene más bien que ver con tu desempeño, puedes revisarlo y mejorar su formulación con este cuestionario : 9 preguntas para transformar un vago propósito en firme objetivo
3. No mides correctamente el plazo de alcance
En otras palabras, no sabes evaluar cuánto tiempo te tomará alcanzar tu objetivo, lo cual está impactando de manera negativa en todo lo que tiene que sostener el proceso de alcance: tu plan de acción, tu enfoque, la gestión de tus niveles de energía y motivación…
Y es que no es lo mismo activar un proceso a corto plazo – ultra enfocado, preciso, de ejecución inmediata y alto desempeño – que un proceso a largo plazo – el cual requiere resistencia, paciencia, consistencia, un firme compromiso en llegar a la meta y la capacidad de automotivarte constantemente.
En resumen, definir correctamente cuánto tiempo tardarás en alcanzar tu meta te ayudará a ajustar el proceso que estás llevando a cabo y a afinar tus estrategias internas y externas. Te indicará por otra parte desde qué Estilo de Vida (Lifestyle) y de Trabajo (Workstyle) potenciar este proceso.
Para estos temas, no improvises: llama a tu coach.
4. No tomas en cuenta tu situación de inicio
Te enfocaste tanto en la meta, en lo que querías lograr, que se te olvidó diagnosticar desde donde estabas partiendo. Ahora bien, tu situación de inicio no es un detalle sin consecuencia.
Pon dos personas con una meta similar y obsérvalas; ve cómo se encaminan hacia ella: no van con el mismo paso, no encuentran las mismas dificultades, no lidian con los mismos obstáculos, no disponen de los mismos conocimientos y habilidades, no cuentan con los mismos recursos… ¿Esto significa que una podrá alcanzar la meta y la otra no? ¡No! ¡De ninguna manera! Sólo significa que de acuerdo a su situación de partida, cada una tendrá un camino específico: su camino, su proceso muy particular, único, tan único como la persona misma.
Así que toma el tiempo de revisar y diagnosticar más a fondo desde donde iniciaste: al saber de qué disponías y de qué no y cómo te sentías tanto física como mental y emocionalmente, sabrás qué hacer, dónde incidir para retomar el camino hacia tu meta.
5. No sigues un plan
Diseñar un plan de acción es un básico que no puedes eludir, cual sea el tipo de objetivo (específico o general, a corto, mediano o largo plazo). Lo importante del plan de acción no radica tanto en los detalles – estos los vas aterrizando y puliendo sobre la marcha – sino en lo coherente y potenciador de la estrategia global.
El plan de acción es ese famoso paso a paso que te ayuda a concretizar y diseñar la Hoja de Ruta que te lleva a tu objetivo.
Si no sabes por donde empezar para elaborarlo – o si sabes cómo hacerlo pero tiendes a perderte en los detalles -, imagina simplemente (visualiza) que ya alcanzaste tu objetivo y pregúntate: ¿Cómo lo logré? ¿Qué fue lo que hice? ¿En qué orden? y plasma todo eso en un esquema. Éste será la estructura de tu Plan de Acción y créeme que solamente con esto verás ya una gran diferencia.
6. Pierdes constantemente el foco
No sabes cómo mantener altos niveles de concentración y no desviar la vista de tu prioridad número uno: tu objetivo. Las circunstancias del momento, las exigencias de tu entorno, tu propia dificultad para mantener intactas tu atención e intención, un autocuidado insuficiente en cuestiones de descanso y relajación pero también de estímulo y activación… se unieron para nublarte la mente y desviarte poco a poco de tu camino. Seguiste tomando acción pero sin saber para qué: fue como disparar cientos de flechas al aire sin poder ver siquiera dónde se encontraba la diana. Con toda razón no le atinaste.
Mantener altos niveles de claridad y enfoque es una habilidad que se adquiere y entrena. Empieza ya, nunca es tarde, brindándole por lo menos a tu cerebro todo lo que necesita para funcionar de manera óptima: 5 claves para sostener el cambio en tu vida
7. Pierdes facilmente la motivación
Tal vez la perdiste por lo que te comenté al inicio: porque este objetivo simplemente no es tuyo, no tiene sentido para ti. O tal vez tienes la costumbre de acudir solamente a motivadores externos como las marcas de reconocimiento de parte de personas de tu medio o entorno, los cursos, talleres, conferencias llamados precisamente motivacionales, videos, libros o citas que te ayudan a mantener cierto grado de entusiasmo pero no a nutrir y sostener en el tiempo una verdadera dinámica de estímulo e impulso que te permita seguir adelante y alcanzar tu meta.
Para que tus niveles de motivación no bajen drásticamente y sobre todo para que no dependas de factores externos para reactivarlos, es importante que detectes cuáles son tus motivadores internos y que aprendas a alimentarlos y fortalecerlos constantemente. En base a eso, puedes retomar tu objetivo y revisar tu plan de acción de tal manera que respeten y activen constantemente esos motivadores internos.
Déjame compartirte este artículo: Cómo evaluar, aumentar y potenciar tus niveles de motivación
8. No pides ayuda
Por autoexigencia o perfeccionismo, por miedo o vergüenza o simplemente porque no se te ocurre que existen personas y herramientas que te pueden regresar en tiempo récord a tu Zona de Crecimiento, no pides ayuda. Intuyes que podrías encontrar la manera de resolverlo tú a solas y en cierta medida tienes razón… siempre y cuando le dediques años a leer, aprender, estudiar, experimentar, enseñar y eventualmente certificarte en alguna de las disciplinas que encierra la respuesta a tu bloqueo del momento.
Padeces del síndrome “yo puedo con todo” y no dudo que puedes con muchas cosas pero no te será posible alargar eternamente el tiempo del que dispones para lograr tus metas. Acudir a compañeros o a profesionales (terapeutas, consultores, coaches, mentores) que te podrían sacar rápidamente del bache en el cual te encuentras actualmente no solamente te permitiría sostener un desarrollo personal y profesional potente (con resultados) y saludable (sin estrés) sino que sería una magnifica señal de atención y estima que te mandarías a ti mismo.
Un objetivo siempre encierra cierto grado de dificultad y representa por lo mismo un desafío que nos toca superar gracias a una serie de estrategias internas y externas que se van programando al inicio y afinando sobre la marcha. Así que si actualmente no logras alcanzar tus objetivos o algunos de ellos, no te desanimes: es normal y se puede resolver. En este artículo te compartí 8 puntos de bloqueo posibles para que puedas diagnosticar por qué estás estancado y sepas qué hacer para reactivar tu dinámica de crecimiento. Pero hay más, mucho más para que puedas regresar y mantenerte en tu Curva de Crecimiento y fortalecer tu capacidad de alcance e impacto.
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